El bebe: Confianza ó desconfianza básica.                                                                      El desarrollo emocional de las personas tiene sus momentos más críticos en los primeros 18 meses de vida según Erik Erikson, famoso psicoanalista estadounidense de origen alemán. Erikson es el autor de la llamada teoría Psicosocial a través de la cual nos explica cómo evolucionan las emociones y las relaciones sociales del niño consigo mismo, y con los demás.

Cara, voz, cuerpo y manos

La primera exposición del lactante al mundo humano consiste simplemente en aquello que la madre (o su cuidadora) hace con su cara, su voz, su cuerpo y sus manos. (D. Stern, 1983). Sus actos le dan al lactante su experiencia inicial con lo básico acerca de la comunicación y la interrelación humana.

¿Qué hace la mamá con su cara? ¿Qué gesto tiene la mayor parte del tiempo en el rostro cuando lo amamanta, cuando le cambia el pañal, cuando le baña, cuando lo acuna? Observen que he colocado en negrita la frase “la mayor parte del tiempo”. Recordando el artículo de La madre suficientemente buena , aquello que la madre hace la mayor parte del tiempo con su rostro le va a decir al niño cuán querido es, cuán hermoso es. Si el rostro de la mamá es mayormente triste, molesto, aburrido, agresivo, le estará transmitiendo estos mismos mensajes al bebe.

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¿Qué hace la mamá con su voz, su cuerpo y sus manos? Cuando uno acepta a alguien, como un bebe, una pareja, un amigo/a, un familiar, etc., le estamos diciendo con nuestra cara, voz, cuerpo y manos, cuánto nos agrada o desagrada. El cuerpo habla más fuerte que lo que decimos. Podemos decir hablando que estamos contentos con alguien, pero nuestro cuerpo podría estar mandando un mensaje opuesto. Las emociones no se pueden ocultar saltan a la vista en nuestro lenguaje corporal y esto es bien captado por los bebes.

¿Confianza básica ó desconfianza básica?

La confianza básica, concepto de Eric Erikson, afirma que: al final de la infancia temprana el niño SUPONE que la gente es buena y que continuará siendo buena, que la vida merece ser vivida y que él mismo es correcto.

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Vamos a analizar este concepto párrafo por párrafo:

¿Cuándo uno supone que la gente es buena? Cuando uno ha tenido experiencias buenas con esa gente. Cuando la gente te ha tratado con respeto y cariño. Si uno ha tenido experiencias malas con algún grupo de gente, uno piensa que esa gente es mala. Le pasa lo mismo al bebe. Si se han demorado mucho en alimentarlo, si le han abrazado muy poco, si lo han dejado mucho rato con el pañal mojado, si le han dejado llorar mucho rato, si no lo levantan de la cuna para acunarlo, si le gritan, si le pegan, si le insultan, si le dicen “malnacido” obviamente que no va a pensar que la gente es buena.

Si la experiencia ha sido positiva, el bebe sentirá que la gente continuará siendo buena. Es decir, se desarrollará en él la esperanza de un futuro feliz. Si la experiencia ha sido negativa, se desarrollará en él la desesperanza, la tristeza, la depresión, la negatividad. Nada va a ser bueno en adelante.

Si la gente ha sido buena con el bebe, él sentirá luego que la vida merece ser vivida. Por lo tanto, qué bueno crecer, qué bueno cumplir años, qué bueno que amaneció otra vez, qué bueno que llegó el 2019. Si su experiencia ha sido negativa, el bebe sentirá que la vida no merece la pena ser vivida, que venimos a este mundo a sufrir, que todo es cada vez peor, que como siempre nada tiene solución.

Al final (a los 18 meses de edad aproximadamente), como consecuencia de todo esto, si las experiencias del bebe en su relación con sus cuidadores han sido buenas, él pensará que es un niño bueno, que es un niño correcto. Si, por el contrario, sus experiencias han sido negativas, él pensará que es un niño malo. ¿Qué hace un niño malo? Un niño malo tiene permiso para mentir, para gritar, para engañar, para pegar, para insultar, para maltratar a los que se relacionen con él, etc.

Obviamente hay puntos medios. En general podríamos decir, que si los primeros 18 meses se viven en forma positiva el niño cuando adulto ganará confianza básica y seguridad en el mundo que lo rodea. Pero si este proceso no se completa con éxito, la persona puede desarrollar desconfianza básica, es decir incapacidad para confiar y una sensación de miedo que le hará sentirse inseguro e insatisfecho emocionalmente.

El futuro

El establecimiento de vínculos afectivos sanos entre un niño y sus padres en la primera infancia garantizará no solo la confianza básica sino también que el niño pueda enfrentarse y salir airoso de las dificultades que se le presenten en el futuro.

Obviamente no toda le gente es buena. El niño ha medida que vaya creciendo se encontrará con niños y adultos que no le traten bien. Pero como ya tiene en su interior la idea de que la gente es buena, entenderá que no todos son así y en esos casos de experiencias negativas sabrá encontrar la forma de hacerse respetar.

“La esperanza es la virtud mas indispensable e inherente a la condición de estar vivo” Erik Erikson

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Fuente:

Erik Erikson. “El ciclo vital completado” Barcelona, Ediciones Paidos, Ibérica, 2000.

Daniel Stern. “El mundo interpersonal del Infante: una perspectiva desde el psicoanálisis y la psicología evolutiva”.  Paidós, 2000.

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