¿Cómo ser una buena madre de un bebé? Según Donald Winnicott, pediatra y psicoanalista inglés (1896-1971) que desarrolló el concepto de madre suficientemente buena.

¿Cómo ser una buena madre de un bebé?: Madre suficientemente buena

El concepto de madre suficientemente buena se refiere al comportamiento que tiene una madre con su hijo en las primeras etapas, después del nacimiento, comenzando con una adaptación total a todos los deseos del bebe para poco a poco ir introduciéndole alguna frustración para que así el niño pueda elaborar un adecuado y sano vínculo de si mismo y sus recursos con el exterior.

Es decir, al inicio la madre está enteramente atenta a las necesidades de su bebe. Observa con detenimiento a su bebe y rápidamente busca satisfacer sus necesidades de hambre, de abrigo, de sueño, de ser calmado. A medida que pasan las semanas la madre permitirá que el bebe experimente pequeñas cantidades de frustración. Por ejemplo,  la madre es cuidadosa pero ya no correrá ante el llanto de su bebe, lo hará esperar unos minutos antes de satisfacer su necesidad. Por supuesto, el tiempo de espera será de algunos minutos al principio luego será de mas. De esta forma, la madre no es perfecta pero es suficientemente buena.

Winnicott dice que estos pequeños momentos de frustración del bebe es importante que los experimente para irse creando una idea del mundo exterior, un sentido de la realidad.

Al inicio, la madre y el bebe son como una sola persona. Poco a poco, el bebe va tomando conciencia de que es un ser aparte de ella, es una persona diferente. De esta forma se va formando su psique, su ser persona.

Haciendo un resumen podemos decir que con una maternidad suficientemente buena el niño tiene la habilidad de vivir en dos mundos: el mundo mágico de la fantasía y de la ilusión y por otro lado, el mundo donde no todo es posible, donde no todo lo que deseas puedes alcanzar, el mundo donde hay que elegir.

¿Cómo ser una buena madre de un bebé?: Las funciones maternales

En las funciones maternales, Winnicott  antepone el concepto de función materna frente a la del sujeto que ejercerá esa función (madre, padre o sustituto). La función implica una acción, un movimiento que posibilita un proceso, mas allá del individuo concreto, biológico, que realiza el cuidado materno.

De allí que la función maternal puede ejercerla todo aquel que tenga condiciones y disposición para hacerla.

Las funciones maternales primordiales son tres:

1) Sostenimiento (Holding)

Se traduce como la capacidad de poder contener al bebé tanto física como emocionalmente. Esto se manifiesta a través de la manera en que es cargado, acunado, abrazado y besado. Por medio de éstas conductas, el bebé empieza a sentir, a captar en su piel, en sus emociones, el cariño y el afecto de sus padres. Empieza a sentirse seguro con ellos.

Imagen de Iuliia Bondarenko en Pixabay

La madre (padre o sustituto) que sostiene al bebé con tranquilidad (sin miedo a dejarlo caer), adecuando la presión de sus brazos a las necesidades de su bebé, lo mece con suavidad, le susurra o le habla cálidamente, etcétera, proporcionándole la vivencia integradora de su cuerpo y una buena base para la salud mental. El sostenimiento facilita la integración psíquica del niño o niña.

Cualquier falla en esta etapa provoca intensa angustia al infante como la producida por la sensación de desintegrarse o de caer interminablemente.

2) La Manipulación (Handling)

Es decir, la forma en que se manipula al bebé. Por ejemplo, al cambiarle el pañal, al calmar su llanto, al bañarlo, al limpiarle la nariz, al ponerle una camiseta, al darle de comer, al darle el pecho. La forma en que la mamá y el papá manipulan a su bebé le revela al niño el esmero que ponen o que no ponen al darle los cuidados.

Ha notado usted ¿qué pasa cuando se acerca a limpiarle la nariz a un niño? ¿El niño retrocede medio asustado? O ¿el niño se queda quieto esperando a que le limpie la nariz?

Un bebé aprende a sentir que es querido, y después lo sabe. Su conocimiento parte de su experiencia y aquí la sensación juega un papel relevante. Cuando un bebé observa que una persona determinada le da cuidados con cariño y respeto (cambiarle el pañal, alimentarlo, acostarlo, etc.)  siente que esa persona lo quiere. De manera que si una mamá debe pasar muchas horas fuera de su casa por motivos de trabajo, es recomendable que al llegar a su casa se encargue personalmente de darle los cuidados  que a partir de ese momento el bebé necesita, por ejemplo, bañarlo, cambiarle el pañal, darle la cena, ponerle el pijama, leerle un cuento, hacerlo dormir. La misma recomendación se puede hacer para el papá que pasa pocas horas de la semana con su bebé.

Joe Shlabotnik

La manipulación facilita la coordinación, la experiencia del funcionamiento corporal y de la experiencia del self, es decir, de sí mismo. La manipulación favorece la personalización del bebé.

3) Presentación Objetal (Object-presenting)

Esto equivale a mostrarle al niño/niña, el mundo. Un bebé que nace necesita saber quién es su papá, quién es su abuelita, saber que la mesa sirve para comer, que la toalla es para secarse, en fin, necesita que le informen cómo es su casa, quienes viven allí y cómo funciona el mundo.

A medida en que la madre (padre o sustituto) habilita en el bebe la capacidad de relacionarse con los objetos (“los otros”), este despliega su capacidad de habitar el mundo. La presentación objetal promueve la realización del niño o la niña. Por el contrario las fallas maternales bloquean el desarrollo de la capacidad del bebe para sentirse real, seguro, diferenciado y personalizado de forma independiente.

Es imposible pedir que una mamá pueda cumplir estas funciones básicas todo el tiempo, somos seres humanos y como tales nos cansamos y tenemos nuestros malos momentos. No todos los días se tienen las mismas energías, los mismos deseos de agradar al bebé. Pueden haber enfermedades, otros hijos, preocupaciones, etc.

Sin embargo, nos podemos guiar de un parámetro: si las veces en que la madre puede cumplir estas tres funciones es mayor que las veces en las que no puede cumplir, entonces podemos decir que es una mamá suficientemente buena (D. Winnicott).

Esto se considera del mismo modo para el padre del niño, de manera que también se habla de padre suficientemente bueno.

Foto tomada por J carter de Pexels

Igualmente, rige de manera general para las personas adultas que tienen relación directa con un bebé: los abuelos, los tíos, la nana. Todos los adultos que rodeamos al bebé y al niño, desde la mamá hasta la profesora del pre-kinder, ejercemos una influencia muy fuerte en la formación de la autoestima y de la confianza básica en el niño, por lo tanto, podemos ser personas suficientemente buenas.

FOTOGRAFÍAS:  J carter de Pexels| Iuliia Bondarenko en Pixabay  | Joe Shlabotnik

Fuente:

What is a “good enough mother?”. Articulo de la Dra Marilyn Wedge Ph. D. Publicado en Psychology Today, 2016. https://www.psychologytoday.com/us/blog/suffer-the-children/201605/what-is-good-enough-mother

«Las funciones maternales» de Donald W. Winnicott – Un referente en psicopatología infantil (1896-1971). Dr. Jaume Canellas Galindo. Publicado en Xing/Psiquiatria Infantil, 2008. https://www.xing.com/communities/posts/las-funciones-maternales-de-donald-w-winnicott-un-referente-en-psicopatologia-infantil-1896-1971-1002401998

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