¿Por qué es importante el diálogo en la familia? Seguramente hemos oído que hablar con los bebes y niños es importante, que desarrolla su lenguaje, su socialización y su autoestima. En este artículo veremos en números (##) cuán importante es conversar con ellos y qué papel juegan las familias.

Diálogo en la Familia: Dialogantes y no dialogantes

Para saber qué pasa con el lenguaje cuando el niño llega a los dos años de edad, veamos los resultados de un estudio que se realizó en Estados Unidos con 42 familias y sus respectivos niños. Este estudio fue hecho en el año 1995 y se realizó con familias que representaban todos los grupos socioculturales y niveles económicos.

De acuerdo a ello se dividió a las familias de tres maneras para clasificar el diálogo en la familia: Familias dialogantes, familias moderadamente dialogantes y familias no dialogantes.

En el gráfico vemos que, hasta los 20 meses o 1 año, 8 meses de edad casi no hay diferencia en el lenguaje hablado de los niños de los tres grupos de familias. Los niños de los tres grupos tienen aproximadamente 150 palabras cada uno.

Observen como de pronto se multiplica el lenguaje a partir de los 20 meses. A esta edad, el grupo de las familias dialogantes ya empezó a subir en el número de palabras.

El lenguaje no crece de manera aritmética, sino de forma exponencial. Es decir, de 10 palabras que tenga el niño no sube a 12 sino a 20.

A los 2 años de edad se observa una elevación bastante considerable en el grupo de las familias dialogantes pues el número de palabras subió de 150 a 300. Los otros dos grupos subieron aproximadamente a 200 y 180 respectivamente.

A los 2 años 2 meses (26 meses), la diferencia se hace más notable. Los niños de las familias dialogantes subieron a casi 600 palabras. Los niños de las familias medianamente dialogantes subieron a 300 palabras y los de las familias no dialogantes casi se quedaron en 150 palabras.

A los 3 años de edad. La diferencia ya se dio y de allí en adelante marcará una brecha muy difícil de superar. Los niños de familias dialogantes alcanzaron 1200 palabras. Los niños de familias medianamente dialogantes subieron a 600 palabras y los niños de familias no dialogantes se quedaron en 400 palabras.

De ahí en adelante el vocabulario sigue aumentando, pero conservando la diferencia que se observa a los 3 años de edad.

¿Cómo son las familias que se comunican?

Intrigados por los resultados, los investigadores de este estudio buscaron que había de semejante o de diferente en estas familias. El siguiente es un extracto de sus conclusiones:

“Los padres, todos, se parecían. Jugaban juegos de estimulación ruidosos, se reían o bromeaban, pero raramente se ponían a ver un libro junto con sus hijos. Más bien, los dejaban solos explorando, metidos en sus andaderas o gateando y tratando de subirse a los muebles. Parecían no darse cuenta que los niños balbuceaban y casi nunca imitaban los sonidos que estos hacían. Parecía que los padres simplemente esperaban que sus niños empezaran a hablar solos. Cuando empezaban a emitir palabras, los padres de manera entusiasta las repetían y promovían que dijeran otras más. Los niños aprendían a hablar como sus padres. Si estos decían “muévete” o “levántate”, ellos los repetían. Si los padres daban muchas explicaciones, los niños, también, al hablar daban muchas explicaciones. Los padres que daban muchas explicaciones, también hacían muchas peguntas y estimulaban a sus hijos para que preguntaran. Así, unas familias hablaban más que otras.”

Conclusiones

Una de las conclusiones más interesantes de este estudio es que para la edad de tres años los hijos de las familias dialogantes habían escuchado 30 millones de palabras, los niños de las familias medianamente dialogantes unos 20 millones y los niños de las familias no dialogantes unos 10 millones.

Recuerden que la idea es hablar con el bebe. No es hablar delante de él con otra persona.

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Fuente:

Mary E. Young. Una aproximación mas amplia y atrevida para un Programa y Política para el Desarrollo Temprano de la Infancia. Banco Mundial. Exposición presentada en el IX Foro Internacional sobre la educación de la infancia, octubre 2008, Colombia.

Betty Hart & Todd Risley. Meaningful differences in everyday experience of Young American children. Paul H. Brookes Publishing Co. 1995.

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